viernes, 10 de agosto de 2007

Dave Thomas

Quién no ha sentido alguna vez, al ver a alguien completamente desconocido, que podría enamorarse de él (o ella) ?? No estoy segura de que sea un buen comienzo para esta entrada... pero hace algunos días, por pura casualidad, me encontré a un músico (porque así le podéis llamar) en YouTube (que es lo mismo que decir "paraíso donde, de sobra, tienen cabida el talento desconocido y la gilipollez más absoluta") y sencillamente me dejó helada. Un niño de unos 24, 23 años, poseedor de unos dedos con inteligencia propia. Dedos que se hacen dueños de piano, acordeón y guitarra y que, a su vez, comparten fans con Yann Tiersen.
Algo así como una lección evidente, hasta para el más negado, de lo que significa la palabra talento. Seguramente también esfuerzo.
Dista tal abismo entre el sentimiento con respecto a la música de alguien como este chico al de alguno de los reyes del paripé que rondan actualmente el panorama musical que... como creer a muchos... ?¿ Pero bueno, no estoy encondiciones de juzgar...
Escúchale... no parece como si cada nota (tocada, por cierto de oído y de memoria), desenterrase algún sentimiento, cada uno de algún color... ? O puede que te parezca como si te colocasen caminando kilómetros de orilla a solas, pensando en tu diminuto tamaño, mientras ellas, las notas, revolotean enredadas retirándote el pelo de la cara. O puede que algo parecido. Luego sonríes. O lloras.
Pero yo no sé describir la música. Y ni siquiera sé si se puede...
Con esta pieza, una vez te hayas dejado llevar, dejarás lo de la consciencia a algún estudiante concentrado y sólo verás cómo te envuelve. Sólo consciente de una lazada suave pero fija al pecho. Posiblemente de raso. Suave, pero que tira siguiendo el ritmo. Y te arrastra un no sé qué. Y cuando termina, sólo una sensación inspiradora que te inunda entrando a borbotones, como se sale la sangre de una arteria herida...
Después de esto, sólo quise mejorar.
Yo, al final, me di cuenta de todo el romanticismo que corretea entre mis neuronas picoteando al responsable de mi pulso... y chinchándole.
Quizás eso es la música. Siempre nos regala algo.
Os dejo con la pieza y el enlace, porque merece la pena sentirlo. Luego me contáis a dónde os han hecho viajar vuestros oídos...
http://es.youtube.com/daveisthemusic


;) PichelLou